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lunes, 15 de septiembre de 2014

Guardianes.


2014

Estas palabras son del Presidente de los EEUU, Barak Obama. 

Las pronunció en el año 2010.
en el discurso de conmemoración del aniversario de la independencia de ese país.
Es el Soldado, no el periodista...
Quien nos ha dado la libertad de prensa...
Es el Soldado, no el poeta ...
Quien nos ha dado la libertad de expresión. 
Es el Soldado, no los políticos...
El que garantiza nuestro derecho a la vida, 
a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. 
Es el Soldado, quien saluda a la bandera ...
El que sirve bajo la bandera...
Y cuyo ataúd, 
está envuelto en la bandera...
Si Ud. quiere ofrecer, asi sea el más pequeño homenaje de reconocimiento y aprecio por los militares
No olvide esto y repitalo.
Ricardo Mora González:

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38º Aniversario del accidente 2-P-103 en la Antártida Argentina
(15 septiembre 1976)


CN VGM Daniel Alberto MARINSALTA.

Presidente Delegación MDP 

INSTITUTO AERONAVAL.




En septiembre de 1976 se ordena a la Escuadrilla Aeronaval de Exploración hacer un vuelo glaciológico a la Antártida, se decide seguir el mismo patrón que tenían practicado, un avión cruzaba y el segundo quedaba en Rio Grande como apoyo.

A la mañana del 15 de septiembre de 1976 el avión 2-P-103, al mando del Cap. de Corbeta Arnaldo Mutto llevando como copiloto al Teniente de Navío Miguel Berraz, OCO/Navegante Teniente de Corbeta Claudio Cabut, Meteorólogo Teniente de Navío Romualdo Migliardo, Mecánicos de Vuelo Suboficial Segundo Nelson Villagra y Cabo Principal Jesús Arroyo, Operadores de Equipos electrónicos Suboficial Segundo Juan Notto y Cabo Primero Benjamín Scesa, Radio operador Cabo Principal Omar Campastrini, Armas Suboficial Segundo Humberto Brizuela y de canal 13 TV de Rio Grande Señor Rodolfo Rivarola, despega de la Base Aeronaval Almirante Hermes Quijada para realizar un vuelo de exploración glaciológico a la península antártica. Momentos antes del vuelo fue desembarcado un Cabo Principal Armas para que pudiera embarcar el Señor Rivarola.

A 1245 horas la Base Naval Antártica Almirante Brown declara la emergencia por pérdida de comunicaciones del avión, de inmediato comienza su búsqueda por parte de medios de la Armada Argentina, de la Armada de Chile y de la Fuerza Aérea Argentina.

La esperanza que una pérdida total de comunicaciones, que sumado a otra falla, imposibilitara la comunicación del avión, hizo que se mantuvieran prendidas las luces de pista de Bases y aeródromos australes, hasta el límite de la autonomía del avión.
El 24 de septiembre llegó la noticia que todos suponían y nadie quería oír el 2-P-103, había impactado en un cerro en la isla Livigston. 
Meses más tarde se intentó recuperar los restos de los tripulantes, para ello se destacaron andinistas del Ejército Argentino, y se perdió un helicóptero Bell 212 de dicha Fuerza, falleciendo el Teniente Primero Mario García, el Teniente Alejandro Merani y el Sargento Ricardo Segura desistiéndose de una segunda operación.

Quisiera proponerles un ejercicio imaginario y compartir lo que ha vivido ésta tripulación, como tantas otras a bordo de un avión Neptune en tareas de exploración. Un avión grande, pero con espacios reducidos, una tripulación numerosa de 11 personas, en un ambiente ruidoso, donde cada uno tiene un rol muy bien definido, compartiendo un chiste o un mate, y hablando entre ellos por intercomunicador, teniendo que pasar por lugares estrechos, con olores característicos de aceite y líquido hidráulico que forman parte del vuelo mismo y del cual se impregnan nuestras ropas. Con escasa calefacción y equipos viejos pero conocidos, a los cuales les sabemos todas las mañas. 
Preparados para vuelos de una duración de más de 8 horas en condiciones meteorológicas adversas. Donde se han forjado tripulaciones con un mismo espíritu de sacrificio, amor por el trabajo en equipo y entrega total al cumplimiento de la misión.

Finalmente, un explorador es un “marino que vuela” un avión con “un ancla en las alas” llenas de sal marina de unos de la mares más difíciles de la tierra, trabajando en equipo, sobrellevando dificultades con sacrificio y valor, y todo ello, casi siempre en forma desapercibida.

La tripulación del 2-P-103 y del helicóptero del Ejército Argentino son un ejemplo de lo que es la vocación de servicio y la entrega, eran jóvenes valientes, que sirvieron a la Patria donde y cuando ella los necesitaba, dieron lo más preciado de un ser humano, su vida, son un ejemplo para las sucesivas generaciones de argentinos, sin duda jóvenes con valores. 
Una tarea de nuestro Instituto es recordarlos y hacer que no sean olvidados, ellos y todos aquellos que hicieron posible la presencia argentina en la Antártida.
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Editorial
El Continente Antártico es celoso custodio de lo que conquista y retiene. 
De tanto en cuando reclama, y el hombre le rinde tributo, otorgándole algunos de sus mejores representantes, que se quedan patrullando los helados confines de la Tierra, recordando a la humanidad, que el Antártico le corresponde por derecho de Sangre y de Almas, EL Título indiscutido de propiedad por pagar con la única moneda que no cotiza ni devalúa, que es la vida de sus soldados.El Director.