2015.
La Unión de Promociones Navales adhiere y convoca a participar:
Misa organizada por la familia del Tcnel (PM) Horacio FERNÁNDEZ CUTIELLOS,
fallecido en el ataque al Regimiento de La Tablada (lunes 23 de enero de 1989).
***********************************************************************************
A 26 años, homenaje a los caidos el 23 de enero de
1989.-
El 23 de enero de 1989, un número importante de
terroristas del Ejército Revolucionario
del Pueblo, que tanto daño ocasionara a los argentinos en la década del
’70, ahora devenido en el Movimiento Todos
por la Patria fundado, entre otros, por Enrique Haroldo Gorriaran Merlo, Carlos A. Burgos, Jorge
Baños, Roberto Fellicetti, Francisco Provenzano, José Maria Serra, Antonio
Puigjane, Rubén Dri, Manuel Justo Gaggero, Alejandro Ferreyra Beltrán, Pablo Díaz,
Hernan Invernizzi, Carlos Samojdeny, Daniel Rollano, Melitón Vázquez, que
contaron con la invalorable colaboración de quienes fueran Secretario y Subsecretario de Derechos
Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde y Rodolfo Matarollo, los integrantes
del Centro de Militares por la Democracia (CEMIDA) López
Meyer, Juan Jaime Cesio, Cesar
Perlinger, José García, Augusto Ratembach, Horacio Ballester, Mitelbach y D’Andrea Mhor y otros “defensores de los derechos humanos” como Néstor Vicente, Luis Zamora, Marcelo Parrili, Santiago
Vernazza, irrumpió en las instalaciones
del Regimiento de Infantería 3 y del Escuadrón de Exploración de Caballería
Blindado 1 con asiento en La Tablada, perpetrando un nuevo e inaceptable derramamiento
de sangre de jóvenes argentinos.
Esta repugnante acción fue llevada a cabo durante, y
con la complicidad, del gobierno constitucional de Raúl Alfonsín, contra un cuartel desguarnecido, debido a la época
del año en que se realizó, caracterizada por la licencia anual de los
integrantes de ambas unidades militares; la hora en que se produjo el ataque; los
cambios de destino de Oficiales y Suboficiales y, fundamentalmente, como
consecuencia de la implementación del irracional proceso de desmantelamiento de
las FF.AA. iniciado por el régimen de turno.
En estas acciones caen asesinados el Teniente Coronel Horacio Fernández Cutiellos, el Teniente
Primero Ricardo Alberto Rolón, el Suboficial Principal Ricardo Raul Esquivel,
el Sargento Primero Ramón Wladimirio Orué, el Sargento José Gustavo Albornoz y
los Soldados Conscriptos Roberto
Tadeo Taddía Domingo Julio Grillo, Héctor
Cardozo y Leonardo Martín Díaz y el Comisario Inspector Emilio García García y
el Sargento Primero JOSE MANUEL SORIA, de la Policía de la Provincia de Buenos
Aires.
Pocos
años más tarde, a partir de Enero de 2000, recurriendo a cuanta felonía tuvo a su alcance y demostrando su
desprecio por Instituciones, como el Ejército Argentino y las Policías de la
Provincia de Buenos Aires y Federal Argentina, que dejaron su saldo de muertos
y heridos en la neutralización de aquel ataque, defendiendo el orden
constitucional y los intereses de la Nación, el aparato estatal se puso
en funcionamiento para lograr la libertad de quienes habían atentado contra su
pueblo.
El desprejuicio y la irracionalidad evidenciados por funcionarios, y
legisladores para liberar a los terroristas y el silencio cómplice de los
integrantes del Poder Judicial, sólo encontró explicación en la connivencia o
complicidad de los unos con los otros.
En esta trama macabra participaron representantes de
la corporación política que detenta el poder desde 1983, muchos de los cuales
todavía ocupan puestos en los poderes del Estado, desde donde continúan con su
prédica de odio y destrucción, como por ejemplo el Auditor General de la Nación
Leandro Despouy, a (en aquel entonces funcionario de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos); Alicia Pierini, terrorista montonera y actual defensora
del pueblo; Federico Storani; Carlos Becerra; Diana Conti (que se desempeñaba como
subsecretaria de Derechos Humanos de la Nación); la
terrorista montonera Alicia Oliveira quien fuera Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires; Alfredo Bravo; Alfredo
Villalba; Floreal Gorini; Simón Lazara; Enrique Pérez Esquivel; quien fuera
canciller del gobierno kirchnerista, Jorge Taiana (en aquél entonces Secretario
General de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos); el actual diputado
nacional por el radicalismo Ricardo Gil Lavedra (en aquel entonces Ministro de
Justicia y Derechos Humanos); Ramón Torres Molina, oficial de la organización
terrorista Fuerzas Armadas Peronistas y actual director del Museo de la Memoria
y las “humanitarias organizaciones filoterroristas Familiares de Desaparecidos, Abuelas de Plaza
de Mayo, Centro de Estudios Legales y Sociales, Servicio de Paz y Justicia,
Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Movimiento Ecuménico de Derechos
Humanos, Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora y Asamblea Permanente de
Derechos Humanos, Movimiento Judío por los Derechos Humanos.
El 24 de Febrero de 2001, producto de las oscuras
manipulaciones políticas, los terroristas recuperaron su libertad, habiendo
logrado que el gobierno les conmutara las penas que les había impuesto la
Justicia por los crímenes cometidos.
Alguien dijo que el peor enemigo de la verdad no era
la mentira, sino la estupidez; y en esto se equivoca.-
Los peores enemigos de
la verdad son la hipocresía y el cinismo.
Es por esto que el objetivo perseguido con este
escrito, es provocar la motivación para hurgar en el pasado con la finalidad de
refrescar la memoria, más aún si se
tiene en cuenta que a partir del año 1984, y con mayor intensidad desde el 25
de Mayo de 2003, se ha instalado en los medios de comunicación social un largo
proceso de desinformación tendiente a desviar la verdad histórica para borrar del inconsciente colectivo del pueblo argentino todos los crímenes cometidos por
las organizaciones terroristas.
En todo este largo proceso,
con la inapreciable colaboración de periodistas y escritores –muchos de ellos
con sus manos manchadas de sangre- como Jorge Lanata, Alfredo Leuco, Tenembaum,
Zlotoviajda, Eduardo Anguita, Eduardo Aliverti, Florencia Saintout, Miguel
Bonasso, Martin Granovsky, Horacio Verbitsky, Juan Gelman, Silvina Walger, Juan
Gasparini, María Seoane, Gabriela Cerrutti, Horacio González, Norma Morandini,
Osvaldo Bayer y tantos otros, quienes, mediante el uso del ocultamiento y la
tergiversación de la verdad o de la simple y descarada mentira, fueron
desapareciendo de los medios de comunicación los atroces atentados, las
desapariciones forzadas de personas, los asesinatos, secuestros, robos y tantas
otras acciones llevadas a cabo por los terroristas.
Pero por favor no creamos que lo
que lo que está sucediendo son hechos aislados.- Absolutamente no.
Todo ésto no hace más que
demostrar que para los personeros del crimen, el rencor y el odio, la guerra continúa, lo que queda
materializado en la mentira, el resentimiento y la venganza promovidos desde el
actual gobierno, al que vemos “orgulloso” de su cínica e hipócrita política de derechos humanos,
una política caracterizada por exaltar a quienes atentaron contra la Patria y a
encarcelar a quienes la defendieron o esconder a aquéllos que murieron para que
ella aún sobreviva.
Un ejemplo de lo expresado fue el regalo de Fin de Año
de la corte suprema de justicia, que dispuso reabrir una causa por la supuesta
desaparición de dos de los terroristas, revocando un fallo de la instancia
inferior.
Hoy, a 26 años del criminal ataque, con muchísima
tristeza comprobamos como el desprecio o la indiferencia por aquellos que
dieron su vida por todos nosotros, se han apoderado de una sociedad adormecida
que pareciera no tener la menor idea de su destino.
Es así que, con el advenimiento del gobierno de los
Kirchner, aparecieron en escena quienes nunca habían combatido, los que, en una
pretendida construcción de un pasado guerrero que no tuvieron y bajo la excusa
lograr encontrar la verdad, la justicia y la memoria, convirtieron la Verdad en
mentira; la Justicia en prevaricato y la Memoria en una antojadiza y
hemipléjica reescritura de la historia.
Día a día vemos cómo el poder político judicial arrasa
con las instituciones, con sus consecuencias de caos y desolación, contando
para tan rastreros objetivos con la complicidad de sus integrantes, sean ellos togados
o uniformados que, por acción, omisión, oportunismo o corrupción, se subordinan
a las órdenes de funcionarios repentinamente enriquecidos a costa del hambre y
la desesperación del pueblo argentino.
La corporación judicial federal penal produjo fallos
en absoluta complacencia con los deseos del gobierno nacional, arrasando con
las bases del Derecho, alejando casi definitivamente toda posibilidad de
alcanzar la necesaria concordia que tanto precisamos los argentinos para poder
vivir en un país serio y de la manera que nos merecemos.
Para ello, los
jueces han destruido el estado de Derecho, con la consiguiente de “ausencia de
seguridad jurídica” que hoy reina en nuestro país, violentando nada menos que
31 garantías procesales e instituyendo al prevaricato como metodología para negar Justicia
y privar de la libertad a quienes dieron todo de sí para liberar
al pueblo argentino del flagelo del terrorismo, siendo las más que más
repugnan, la negación -por negligencia criminal- del acceso a un sistema de
salud digno y la introducción de la accesoria de la pena de muerte por abandono
de persona, que dan forma al plan
criminal de exterminio de un sector de la población perpetrado por la
corporación político judicial más siniestra y corrupta de toda nuestra historia.-
Doscientos ochenta (280) muertos en cautiverio por estas causas, avalan lo que
digo, pagándose un precio demasiado alto para consumar la venganza.
Todo lo que está sucediendo, realimentará los odios
del pasado y evitará el cierre de las heridas que en los ’70 se abrieron en
nuestro cuerpo social, cicatrización que necesitamos con urgencia para poder
vivir en una Argentina en la que se constituya la unión nacional, se afiance la
justicia y se consolide la paz interior.
A esta altura es necesario decirle a quienes integran
el Poder Judicial, que no queremos el país que, con sus actos están coadyuvando
a destruir.- Nos cuesta aceptar que no entiendan el ruego de la ciudadanía, que
hoy día más que ruego es un clamor.- Queremos que sepan que, como pueblo de
esta tierra, nos asquea la ductilidad de algunos jueces de adecuar sus
opiniones conforme a la forma de pensar y proceder del gobierno de turno.
A pesar de lo expresado, y tal vez ya cándidamente,
insistimos en nuestro pedido para que recapaciten, pues si continúan en esta
peligrosa línea, la República se encamina aceleradamente hacia su disolución
porque, con jueces como los que citamos; con legisladores que se han olvidado
de su “honorable” misión y con políticos que demuestran estar más preocupados
por la mejor forma de incrementar sus injustificados patrimonios, difícilmente
se logrará la paz social que tanto necesitamos para desarrollarnos.
El camino
hacia la reconciliación no se puede construir con memorias parciales, verdades
a medias e injusticia.-
Pensemos en el país que le estamos dejando a nuestros
hijos y nietos, los que –no les quepa la menor duda—se merecen un futuro mejor.
Como hace tiempo que no se escuchan voces oficiales
ofrendando el justo y necesario homenaje a los caídos en salvaguardia de Dios,
de la Patria, de la Familia y de las Instituciones republicanas, con este
escrito quiero rendir tributo a quienes murieron por nosotros y por nuestro
estilo de vida.-
A todos los que
cayeron, tanto en el ataque a los Cuarteles de La Tablada, como en todas
acciones perpetradas por las organizaciones terroristas a lo largo de nuestra
triste historia reciente, les expresamos nuestra gratitud por el ejemplo que
nos dieron, por defendernos y por haber dado todo de sí, sin pedir nada a
cambio.
Emilio Guillermo Nani.
Teniente Coronel (R)
Veterano de Guerra
***********************************************************************************
Editorial.
Para quien firma esta editorial, no es poco honor, poder compartir un espacio tan especial, con Emilio Guillermo Nani, quien nos dispensa su amistad que agradecemos.
Al mirar los años vividos, no nos cabe duda alguna que cuando la inexorable rueda del tiempo complete su giro, la Historia grande se abrirá camino de entre los escombros de la Argentina en demolición de hoy, y asomará una nueva luz de esperanza para todos los que vivan en este suelo hoy desvastado por la más infame delincuencia subversiva, asesina y corrupta de que se tenga memoria al frente de una Nación .
Los casi ochenta años de vida, me dan panorama para no equivocarme en el juicio. Como tampoco me equivoco, cuando digo que un pueblo manso, borrego, permitió que se instalara semejante engendro cuasi político-mafioso, que gobierna como si el país fuera su estancia, y los ciudadanos sus esclavos. Donde se manipula el derecho, los bienes y la vida de las personas.
No es solo Nani quien llama a la reflexión, cada uno de todos los que aún tenemos un mínimo sentido de Patriotismo, de responsabilidad ciudadana, de respeto por la Constitución Nacional y la justicia, no podemos bajar las banderas que un día nos llevaron a ser una Nación destaca da en el mundo, por la cultura de su pueblo y la riqueza de su economía, se convirtiera en una republiqueta, que nadie quiere en el mundo, y que terminaremos siendo un refugio de terroristas y narcotraficantes, donde ya se consumó el Magnicidio de un Fiscal Federal del más alto nivel con una causa que aterra por sus consecuencias y participantes.
Hoy el reclamo es de real justicia, de verdadero imperio de la Ley, y eso pasa por esgrimir la verdad, caiga quien caiga y le pese a quien le pese.
Por la República, por la Constitución Nacional, por la Justicia de verdad y sin dedo, por el futuro de todos los Argentinos, RECORDAR.