2 de Febrero de 1536.
Primera fundación de Buenos Aires.
Se reconoce la primera incursión al Río de la Plata a Juan Díaz de Solís, quien en 1516 ingresó con su expedición en las aguas calmas del río y divisó sus costas.
El viaje fue desafortunado: fueron atacados y diezmados por los nativos -el mismo Solís murió entonces-.
Los sobrevivientes llevaron a la península el relato del “Mar Dulce” que habían navegado, de sus tierras bajas y de los aguerridos aborígenes.
Las expediciones de los años siguientes mostraron a los españoles la necesidad de construir asentamientos en la región, tanto por la situación estratégica de navegación de los ríos internos como por la urgencia de hacer frente a ocupaciones de otras potencias europeas.
Las expediciones de los años siguientes mostraron a los españoles la necesidad de construir asentamientos en la región, tanto por la situación estratégica de navegación de los ríos internos como por la urgencia de hacer frente a ocupaciones de otras potencias europeas.
Con este fin, Pedro de Mendoza (1487- 1537) -nombrado como Primer Adelantado del Río de la Plata por el monarca Carlos I- zarpó acompañado por una poderosa flota de 11 naves y 1500 tripulantes.
Los primeros días del año 1536 arribó al Río de la Plata; tocó en primer lugar la costa oriental y luego se dirigió hacia la occidental.
Fondeó en el Riachuelo y en sus inmediaciones, el 2 o el 3 de febrero, se construyó el primer asentamiento del Río de la Plata denominado por Mendoza como Puerto de Nuestra Señora Santa María del Buen Aire.
Originaria de la isla de Cerdeña esta advocación mariana, protectora de los navegantes, era popular entre los marinos españoles.
Aquel primer y precario asentamiento tuvo una corta y desventurada vida.
Aquel primer y precario asentamiento tuvo una corta y desventurada vida.
El asedio de los querandíes hizo estragos entre los primeros colonizadores y la corona decidió su despoblación en 1541.
No se han encontrado vestigios de este primer asentamiento y los intentos por situar precisamente el lugar donde se realizó resultaron infructuosos dada la precariedad edilicia de aquella primera avanzada española y la acción beligerante de las tribus locales que no han dejado evidencia.
Las hipótesis acerca del lugar emplazamiento del primer fuerte fueron varias, desde aquellos que sostenían que se habría producido en las inmediaciones del Parque Lezama, hasta otros que la sitúan en la Vuelta de Rocha (en el actual barrio de La Boca), otros que la sitúan en el “Alto de San Pedro” (en la actual Plaza San Martín) o en un sector elevado del Parque Patricios.
La precariedad que caracterizó a este asentamiento permite sostener que no se trató de una fundación, debido a que careció, entre otras cosas, de aquellos procedimientos que exigía la legislación del momento para tal fin.
La precariedad que caracterizó a este asentamiento permite sostener que no se trató de una fundación, debido a que careció, entre otras cosas, de aquellos procedimientos que exigía la legislación del momento para tal fin.
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