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domingo, 17 de agosto de 2014

Un Argentino sin relasto...


2014


















El paso a la inmortalidad de 

José de San Martín, 
el padre de la patria.
Por SABINO MOSTACCIO.

para REALPOLITIK.

El 17 de agosto de 1850, en su humilde residencia de Boulogne Sur-Mer, al norte de Francia, fallecía uno de los hombres más ilustres de la historia americana, don José de San Martín. Guerrero vencedor, hábil estratega, ferviente patriota, hombre de familia, estadista, padre de naciones, fueron tantas las facetas que desarrolló en su rica vida que las palabras por sí mismas no bastan para expresar la magnitud de tan rica personalidad.

Nacido en 1778 en la entonces gobernación de Misiones, en el Virreinato del Río de La Plata, su padre era gobernador de la zona y tenía la tarea de contener el avance portugués por las fronteras virreinales. 
Después de tantos años de fiel servicio, fue recompensado por el rey Carlos III de España y tras vivir en Buenos Aires un tiempo, en 1784 la familia San Martín se trasladó a España, donde José de San Martín y sus hermanos varones siguieron la estela paterna e ingresaron en la carrera militar. José se destacó en los ejércitos reales y rápidamente ascendió tras alcanzar en 1808 el grado de coronel, siendo uno de los pocos criollos en revistar con tan alto rango en las filas del ejército español.

Precisamente el año 1808 marcaría un giro en la historia de San Martín. Tras la invasión napoleónica a España, el joven coronel se alisto rápidamente en las filas de la resistencia española, y se distinguió en los campos de batalla en contra del mejor ejército de Europa. En la Batalla de Bailen, bajo el mando del general Javier Castaños, el valiente coronel se destacó por su valentía y su honor, y tras la victoria frente a las tropas del francés mariscal Du Pont, fue premiado con las más altas condecoraciones y su ascenso a teniente coronel. Parecía que un futuro brillante le esperaba en la península, pero José quiso más, y los vientos de la vida lo llevaron a nuevos rumbos.

1810 lo sorprende en Londres, donde el joven oficial se empapa de las ideas libertarias del liberalismo ingles y de la Revolución Francesa, funda con algunos camaradas de armas criollos la llamada Logia Lautaro y juran llevar la libertad a los pueblos sojuzgados de América. 
El teniente coronel San Martín pondrá sus saberes militares al servicio de la tierra que lo vio nacer. 
En 1812, arriba al suelo americano.

Los acontecimientos se suceden vertiginosamente: presentación ante el gobierno del Triunvirato, la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo (primera tropa profesional de la historia latinoamericana), su matrimonio con la joven patricia Remedios de Escalada, su triunfo en San Lorenzo (que salvó al Litoral de una invasión realista), el nacimiento de su hija Mercedes, los años cuyanos (donde gestó la gran hazaña del Cruce de los Andes y puso a un pueblo en armas), el cruce de las nieves eternas y la libertad de Chile, consumada cuando el sol de Maipú se puso el 5 de abril de 1818, y sus planes para libertar la tierra del inca y llevar el acero patriota al corazón del imperio español en Sudamérica.

Se enfrentó a las mezquindades de sus compatriotas y no quiso manchar su espada con la sangre de tantos hermanos, por eso se mantuvo al margen de las guerras civiles que empezaron a destrozar su magna obra. 
Pero no se amilanó, y agosto de 1820 lo encuentra en las costas peruanas con su ejército. 
Una campaña relámpago lo deposita en Lima en septiembre. 
Como flamante Protector del Perú, intenta organizar el nuevo país libre, pero los realistas siguen aguijoneando a su ejército y se da cuenta de que solo no podrá concluir la campaña. 
Por eso, y al no poder contar ya con el apoyo de Chile ni del Río de la Plata, recurre a otro titán de la libertad americana, Simón Bolívar, que desde el norte venía batiendo a los ejércitos coloniales sin pausa.

Se reúnen en Guayaquil en enero de 1822. Allí San Martín intenta comprometer más a Bolívar con sus planes pero no lo logra y, mostrando una gran humildad, abandona el poder en Perú y en 1823, al enviudar y ante las maquinaciones de sus enemigos políticos, se ve obligado a expatriarse. 
Primero Londres, luego Bruselas, en donde el pueblo belga lo recibe con afecto y le pide que comande sus ejércitos en la lucha por la independencia (ofrecimiento que amablemente declina pero recomienda a un amigo suyo, un militar español que será el que finalmente conseguirá la libertad de ese país); más tarde recala en Francia, y se instala en Grand Bourg, un suburbio parisino.

Pero no perdió el contacto con su patria amada, y en la guerra contra Brasil (1826-28) y durante el bloque anglo-francés (1845-1850) no solo toma partido por su país sino que incluso ofrece sus servicios al ejército nacional. En 1829 hace un intento por regresar al país y al llegar a Buenos Aires le ofrecen incluso el gobierno de la provincia de Buenos Aires, creyendo que su figura respetable apaciguaría la guerra civil que devoraba al país. Pero ve que esta intentona es inútil ante lo exaltado de las pasiones y declina el ofrecimiento, regresando a Europa con su hija. En 1848, se instala definitivamente en Boulogne Sur-Mer y su hija lo hace abuelo de dos nietas que alegran sus días, junto con la visita que le hacen algunos jóvenes argentinos admirados por su ejemplo, tales como el sanjuanino Sarmiento y el tucumano Alberdi (dos nombres que después serán protagonistas en nuestra historia), y lega su sable vencedor a Juan Manuel de Rosas, reconociendo su arrojo en la lucha contra el enemigo extranjero.

San Martín pertenece desde hace 164 años a la historia, pero su corazón y su genio siguen viviendo y a través de los siglos reclaman a los oídos de cada argentino de bien un llamado inmortal: “Seamos libres y lo demás no importa nada”. 

lunes, 19 de mayo de 2014

Para pensar...


2014

Sgt. JOSHUA HELTERBRAN












Estas palabras son del Presidente de los EEUU, Barak Obama. 

Las pronunció en el año 2010, en el discurso de conmemoración del aniversario de la independencia de ese país.

Es el Soldado, no el periodista...
Quien nos ha dado la libertad de prensa...
Es el Soldado, no el poeta ...
Quien nos ha dado la libertad de expresión. 
Es el Soldado, no los políticos...
El que garantiza nuestro derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. 
Es el Soldado quien saluda a la bandera ...
El que sirve bajo la bandera...
Y cuyo ataúd está envuelto en la bandera...
Si Ud. quiere ofrecer, asi sea el más pequeño homenaje de reconocimiento y aprecio por los militares
No olvide esto y repitalo.

Ricardo Mora González:



"Cuando la Patria está en
peligro, se recurre a Dios y al Soldado." 
"Cuando el peligro pasa... 

Dios es olvidado y 

el Soldado...      ¡ juzgado !"                 
En Argentina, se aplica muy bien lo resaltado en color.

Es común olvidar, a las pruebas me remito, el conjunto de la sociedad  pidió la intervención de las Fuerzas Armadas para combatir a la 
subversión apátrida, terrorista y asesina

Nunca nadie, se quejó  por las incorrecciones cometidas en algunos casos durante la guerra, y aplaudieron el fin de los secuestros extorsivos, los atentados, asaltos a entidades bancarias y camiones transportadores de caudales.

Ahora desde el gobierno, dictan normas de comportamiento, los criminales en libertad, y los militares que los derrotaron, detenidos con juicios que no responden a ningún orden jurídico y amañados groseramente... 
por supuesto nadie se da por enterado.

martes, 6 de mayo de 2014



2014






escribió en 

tu biografía.

INVITACIÓN:

Movimiento Cívico-Militar CONDOR - PDNI
“Cuando la Patria está en peligro, todo es lícito menos dejarla perecer”
Gral. José de San Martin

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VECINOS INTERBARRIALES DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, INVITAN a la conferencia que se realizará en la Universidad Nacional de Quilmes, el día Viernes 9 de Mayo a las 18,30 horas, calle R. Sáenz Peña 352 Piso 1°, Bernal (Buenos Aires)

Disertará el Vicecomodoro (R) Lic. Horacio Ricciardelli (VGM)

Egresado Escuela Aviación Militar año 1967 – 
Curso de Aviador Militar año l968- 
Instructor aspirantes, cadetes e instructor de oficiales de reserva (CAOR) durante siete años Técnico y Licenciado en Meteorología en la UBA y Facultad de Ciencias Exactas 1977.
Jefe del Escuadrón de la VII Brigada Aérea de Morón (l982/1985) 
Participación como combatiente e integrante del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Sur (FAS) en la batalla aérea por la Recuperacion de las Malvinas año 1982 Condecorado por la Fuerza Aérea y el Congreso Nacional.
Curso sobre investigación operativa y científica militar en la Escuela de Defensa Militar, curso de Comando y Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra –Fuerza Aérea Argentina. 
Especialista en interpretación satelital y meteorológica en la Comisión Nacional de investigaciones Especiales(CNIE) y similar de Francia años 1976-1977-1979 Integrante de la delegación Argentina en el exterior en la especialidad. 
Ha cumplido 20 años desarrollando una labor investigativa periodística, radial, televisiva y escrita destacando su programa radial La Voz del Condor Malvinense. 
Los libros: Los Vampiros de la Patria Autor del Mapa de Ocupación Territorial Argentina Invadida, Los Protocolos de la Colonia Británica, Foro Nacional de la Luz de Encuentro en la Oscuridad Nacional y Estrategia Anglo Norteamericana, y creador de la radio ON-LINE Frecuencia Cóndor.

Expondrá, sobre Islas Malvinas y Geopolítica de la Realidad Nacional y Documental
La tensa relación entre Argentina e Inglaterra. 
Porque los países Europeos apoyan a Inglaterra, en este justo reclamo Argentino. 
Como se puede conseguir el apoyo unánime de todos los países del mundo. 
Porqué cuando muchos políticos e intelectuales en el momento de la guerra no participaron y a tres decadas de la guerra critican. Como es la situación actual de los combatientes y veteranos de guerra.

martes, 25 de febrero de 2014

San Martín


2014


LIDERAZGO.
Por: 
Oscar Fernando Larrosa.


El General San Martín cuyo natalicio se
conmemora hoy, al volver a tierra americana organizó el glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo. Él eligió a los hombres que lo iban a integrar, él los entrenó en las artes de la guerra y los formó en los valores que debe sostener un guerrero.



















Cuando llegó el momento del bautismo de fuego en San Lorenzo, a orillas del Paraná, él siendo el comandante decidió encabezar el ataque. Militarmente resulta una imprudencia porque la muerte del jefe en el combate puede desmoralizar a la tropa y decidir de manera adversa la situación. De hecho casi ocurre esa desgracia, el caballo de San Martín murió por un golpe de metralla dejandolo atrapado y a merced del enemigo. Si no hubiera sido por el coraje de los soldados Juan Bautista Cabral y Juan Bautista Baigorria su suerte habría sido otra.

¿Porque un hombre tan inteligente y experimentado como San Martín tomó ese riesgo? Pués porque todo el entrenamiento y la formación que le dió a sus hombres requerían una prueba mas. 


















EL EJEMPLO del jefe arriesgando su vida y mostrando así que todo lo dicho no eran palabras vanas ni discursos de ocasión. 
Eso es LIDERAZGO y eso permite que sus hombres lo sigan en cada batalla y aún en la proeza de cruzar Los Andes, vencer en tierras chilenas y llegar hasta Lima.
¡Cuanto necesitamos hoy ésta clase de líderes!!!!

Oscar Fernando Larrosa.
Historiador con formación y conciencia de Pátria.
 No juega a la política, vive la política como el arte de lograr concretar los sueños de un país exitoso, donde vivir sea lo mejor para cada uno de sus hijos. "Para cada hombre del mundo que quiera habitar suelo Argentino", respetando y haciendo respetar la Constitucion y la las leyes.

LO QUE SE OCULTÓ DE SAN 

MARTÍN.
Por: Claudia Peiró.

Es nuestro prócer más grande y su fama trasciende las fronteras. Pero su trayectoria fue despojada de conflictos, polémicas y adversidades, al punto de hacerle perder atractivo a una de las aventuras humanas más extraordinarias de nuestra historia
"Estas tres figuras, morenas, velludas, de aspecto dominante, sobre todo la de San Martín, tan gallarda que hace pensar en Dugommier y en Kléber [generales franceses], formaban violento contraste con el tinte lechoso, lustroso, lamido de los fashionables belgas e ingleses". Este párrafo pertenece a un artículo titulado Los exiliados de Bruselas, publicado en 1829 en la Revue de Paris [reproducido por José Luis Busaniche en su libro San Martín vivo] y es parte del relato de un columnista sobre un encuentro en la capital belga con "el Libertador del Perú, San Martín", en un baile, en el cual éste se hallaba en compañía de otros dos amigos. El autor de la nota agrega: "San Martín es, sin duda alguna, uno de los hombres más completos que puedan encontrarse: militar excelente, espíritu elevado, carácter firme, buen padre a la manera burguesa, hombre de fácil acceso y de un atractivo personal irresistible. Resulta inexplicable el reposo a que se ha condenado en pleno vigor de su edad y de su genio".
Esta cita muestra dos cosas: primero, que San Martín era una celebridad internacional en vida, ya que nos encontramos en el año 1829 y el Libertador vivió hasta 1850. Y segundo, que ya entonces, resultaba difícil de entender el retiro de un hombre como él del escenario de las hazañas que le habían valido la gloria.

La historia oficial presenta sin embargo tanto el "renunciamiento" de San Martín (su retirada del Perú luego de la célebre y misteriosa Entrevista de Guayaquil con Simón Bolívar, en 1822), como su "ostracismo" (su partida hacia Europa en 1823) como sucesos naturales, encomiables, casi felices.

 "Abdicó conscientemente al mando supremo en medio de la plenitud de su gloria, si no de su poder, sin debilidad, sin cansancio y sin enojo, cuando comprendió que su tarea había terminado y que otros podían continuarla con más provecho para la América. 
Se condenó deliberadamente al ostracismo y al silencio, no por egoísmo ni cobardía, sino en homenaje a sus principios morales y en holocausto a su causa".

Este alambicado párrafo de Bartolomé Mitre –en su Historia de San Martín, considerada como fundacional- deja demasiado sin explicar. 

Pasa por alto el choque de personalidades con Simón Bolívar, los posteriores juicios –críticos- de San Martín sobre el venezolano-, o la falta de apoyo de Buenos Aires a la campaña al Perú –varias veces solicitado y varias veces negado.

Ni silencio ni ostracismo
Tampoco es cierto lo del "silencio" al cual se habría condenado San Martín. Desde Europa mantuvo correspondencia con muchos amigos, intentó regresar a Buenos Aires en 1829, ofreció nuevamente sus servicios cuando el Río de la Plata fue víctima del bloqueo anglo-francés, intervino ante las autoridades de Francia en la misma ocasión para abogar por la independencia de las Provincias Unidas.

Por otra parte, todos los sudamericanos que viajaban a Europa iban a verlo, tenía una activa vida social, tanto en la colonia de exiliados americanos como en la sociedad europea y hasta fue recibido con honores en la Corte de París. 

Y en una ocasión, estando en Europa, se cruzó con Rivadavia y quiso batirse a duelo con él y sólo desistió por el insistente ruego de sus amigos.

De modo que eso del ostracismo voluntario, el silencio y la ausencia de enojo forma parte del "relato" de Bartolomé Mitre y tiene por finalidad borrar ciertos episodios de la vida de San Martín, no para cuidar la imagen del prócer –como sostienen algunos- sino para no dañar -todavía más- la de sus adversarios, enemigos y detractores de la época.

Con este fin, se nos legó un San Martín sin conflictos ni enemigos y atento sólo a las batallas. Un hombre con motivaciones de orden más místico que político.

Esta "operación" la inició, como vimos, Mitre, con gran éxito, ya que casi todos los historiadores que vinieron luego siguieron esa línea.

Por eso es sorprendente que aún hoy haya quienes crean que su biografía es una apología de San Martín. 

Habrá que pensar que no la leyeron con suficiente atención, porque en realidad en ella se escinde en dos al Libertador: se exalta la obra militar y se desprecia, critica o bien omite la obra política. ¿Cómo explicar si no el siguiente párrafo?: 
"Estos dos hombres [San Martín y Belgrano], que tan mal comprendían las necesidades de su época y tan mal representaban moralmente la opinión dominante del pueblo en cuanto a la forma de gobierno [por ser monárquicos], fueron, empero, las dos robustas columnas en que se apoyó el Congreso de Tucumán, los verdaderos fundadores de la independencia argentina...".

Perseguido y vigilado

Esta cita expone la contradicción de la operación que hace Mitre: como no tiene más remedio que reconocer la gesta y el aporte de San Martín a la emancipación de las Provincias Unidas, Chile y Perú, pero no puede admitir que lo hizo sin el apoyo y en algunos casos contra la opinión de su prócer favorito que es el porteñista Bernardino Rivadavia, un hombre que prefería gastar los fondos de la aduana en embellecer las plazas de Buenos Aires antes que enviar refuerzos al Libertador al Perú o a Martín Güemes en el norte, entonces el historiador opta por presentarnos la imagen de un San Martín soldado brillante pero político mediocre.

Esta tendencia la continuaron con ahínco sus seguidores. 

Al punto que las cartas que San Martín escribió a algunos de sus amigos, como Tomás Guido y Bernardo O'Higgins, en las cuales se quejaba amargamente de Rivadavia, responsabilizándolo por la persecución y vigilancia de que fue objeto a su regreso del Perú, o señalándolo como uno de los autores intelectuales del asesinato de Dorrego, fueron prolijamente censuradas en la edición de los Documentos de San Martín, realizada por el Museo Mitre.
Los censores no tuvieron ni siquiera la delicadeza de poner líneas de puntos para indicar la ausencia de ciertos párrafos.

Y es imposible saber hasta dónde llegó el escamoteo, considerando que, contra la voluntad de San Martín, que quería legar su archivo personal a Tomás Guido, éste le fue entregado a Mitre...

Todos los acontecimientos políticos que hoy valoramos como cruciales en la lucha por la independencia, tuvieron a San Martín como artífice: la revolución de 1812 contra un gobierno –el primer Triunvirato- que había olvidado que su misión era consolidar la independencia y fundar una nueva Nación; la gobernación de Cuyo, decisiva para direccionar los esfuerzos hacia el cruce de los Andes y la campaña a Chile; el Congreso de Tucumán, donde un puñado de patriotas, en un contexto continental y mundial adverso, quemó las naves declarando la Independencia.

Esto vuelve más absurdo aún el subterfugio de elogiarlo como soldado y negarlo como político; un sinsentido, ya que no existe hazaña militar como la de San Martín sin una concepción política superior que la sustente.

El traslado de la capital

No sin ironía, un polemista del siglo pasado decía que estos historiadores habían querido convertir a San Martín en "el tonto de la espada". 


Es que, en la versión mitrista, San Martín hacía las campañas militares mientras la elite porteña construía la Nación. 
Para sostener esta falacia, había que borrar en la biografía del prócer las polémicas, los conflictos y, sobre todo, las calumnias y la persecución de que fue objeto por parte de los rivadavianos.

Como reacción a esta historia oficial, cierto revisionismo intentó construir un San Martín federal, alineado con Artigas y los demás caudillos provinciales. 

Esto tampoco se ajusta a la verdad. 
Es imposible encuadrar a San Martín en la dicotomía unitarios versus federales, porque no estaba apegado dogmáticamente a una forma de gobierno determinada. 
Su objetivo era la independencia, pero también la unidad. 
Por eso propició gobiernos fuertes, en lo posible unipersonales, que creía eran los más adecuados para la situación de dispersión y anarquía de las colonias hispanas en aquellos años. 
En ese sentido no tuvo prurito en proponer una monarquía –constitucional por supuesto- si ello permitía poner fin a la guerra civil y asegurar la soberanía de las incipientes naciones.

Pero aunque no fue proclive al federalismo, tampoco participó en la guerra contra los caudillos, cultivó la amistad de varios de ellos –Güemes, Bustos- y hasta propuso trasladar la capital de las Provincias Unidas al interior.

Su temprano alejamiento del suelo natal, su formación en un medio –el militar- que en la España de entonces estaba a la vanguardia de las ideas y de las novedades, lo pusieron a salvo de los sentimientos localistas y sectarios que tanto pesaron en las guerras civiles posteriores a la Revolución de Mayo. La experiencia vivida en Europa lo llevó a concebir "soluciones" para enfrentar la dispersión geográfica, la disparidad socio-económica y el subdesarrollo político. 

Las logias fueron la herramienta para hegemonizar la opinión política y unificar el mando. 
La monarquía, la solución para unir a los pueblos y asegurar la existencia independiente de la Nación.
 Pero, a diferencia de los unitarios, San Martín respetó a las provincias y no planteó jamás la supremacía porteña.

Una gloria que resiste cualquier revisión
Frente a la presentación de un San Martín lavado y ajeno a todo conflicto, existe también una reacción pretendidamente desmitificadora, consistente en negar o relativizar sus méritos. 

Una tendencia de moda es la de atribuir el lugar que San Martín ocupa en la historia a una "construcción", un "relato", una "invención" de historiadores. Es algo lógico en un momento como el actual que se caracteriza por un debate político vaciado de valores y de convicciones, hundido en un pragmatismo grosero.

Pero en realidad, además de que la crónica de la época demuestra que San Martín fue reconocido en vida (ver la Necrológica que le dedicaron en Francia) –aunque en su propia Patria el agradecimiento oficial se haya demorado-, si se llenan las lagunas dejadas por la historia oficial, si se revisa la acción política y estatal de San Martín, si se iluminan las polémicas en las que se vio envuelto, el resultado no hará sino engrandecerlo.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Monumento


2013


AERONÁUTICA.  

Recordando la caída del globo aerostático.

"Eduardo Newbery" 


en Claromecó.


Ing.  Aritides Dominguez.

El Museo Regional Aníbal Paz, de Claromecó, convoca a participar del descubrimiento de un monumento en recordación de la caída del globo Eduardo Newbery en la estancia San Francisco, a cien años del acontecimiento.
El mismo se realizará este sábado a las 17.30 con la concentración de público, mientras que a las 18 dará comienzo el acto propiamente dicho.
Al finalizar el acto de descubrimiento del monumento, se hará el traslado a Quelaromecó Espacio de Arte para ver la exposición de globos, paneles con la historia, película, etc.
En la fotografia pasando por la Plaza Central de Tres Arroyos



La historia.    
Según datos proporcionados por el Museo Aníbal Paz y del archivo de este diario, el mencionado globo había soltado amarras el 6 de diciembre de 1913 desde las instalaciones porteñas de la Sociedad Sportiva, cuyos tripulantes se proponían realizar una travesía hasta Mendoza. 
Ellos eran el teniente piloto Hernani Mazzoleni, los tenientes Edgardo Benavente, Agustín B. Verona y Eliseo Pisano y el entonces periodista de origen chileno Carlos F. Borcosque, quien años después adquiriría notoriedad primeramente como crítico de cine y luego como realizador de películas.
El globo, luego de navegar a la deriva algunos cientos de kilómetros por el territorio bonaerense, acertó a dirigirse más al sur, y fue así que para sorpresa de muchos tresarroyenses madrugadores, alrededor de las 6 de la mañana del 7 de diciembre se lo vio surcar el cielo de la ciudad. A las primeras voces de los vecinos que divisaron el aparato acercándose, que según relatan las viejas crónicas, fueron los recolectores de residuos domiciliarios, se sumaron prontamente las de muchos otros habitantes, generalizándose así un clima de bullicio y gritería ante la insólita visita.
Se pudo advertir que el globo seguía su trayectoria a baja altura, atravesó la ciudad y enfiló en dirección al sur. Se lo vio en primera instancia por el sitio donde se encuentra hoy la intersección de las rutas 3 y 228, mientras que al alejarse lo hacía en dirección al cementerio. Algunos de los testigos del hecho relataron además que podía divisarse a varias personas a bordo del aerostato.
Antes del mediodía se había podido establecer ya que el globo Eduardo Newbery había ido a caer en la estancia San Francisco, cerca del puesto de Bargas, a unos dos mil metros del mar, a cargo del señor Urrutia, quien fue el primero en llegar al lugar. Y luego, a través de una comunicación que hizo llegar el administrador de la estancia, Pedro Chimondegui, se señalaba que el aparato había caído a las 7.30 y que se había hecho saber la novedad al jefe de policía, comisario Fabio Dazo, quien había adoptado las medidas del caso.
Coincidentemente, se encontraba en la ciudad el entonces diputado provincial Pedro N. Carrera, quien era socio del Aero Club Argentino y amigo personal de la familia Newbery. Al tomar noticias del percance, ofreció su automóvil, que era uno de los pocos existentes por entonces en Tres Arroyos, el que fue utilizado por el comisario para llegarse hasta el lugar. El policía fue acompañado por el médico de la repartición, doctor Victor Grau, y otras dos personas, con los elementos de primeros auxilios que el caso requería.
Al anochecer la comitiva regresó a la ciudad trayendo consigo a dos de los tripulantes del globo. Eran los tenientes Eduardo Benavente y Eliseo Pisano, mientras que los tres compañeros restantes, -Borcosque, Varona y Mazzoleni- permanecían en el campo recibiendo atención debido a las heridas que recibieran en la caída.
Los tres fueron trasladados luego al Hospital Pirovano, donde completaron su curación sin inconvenientes. Allí Borcosque hizo un pormenorizado relato de la aventura,
cuando los tripulantes del globo Newbery, luego de haber comprobando la desviación del aparato a causa de los vientos, llegaron a divisar el océano. Ante el peligro inminente de que se estrellaran contra las aguas y perecieran ahogados, debieron rasgar el globo, precipitando así su caída en los médanos, aún a riesgo de recibir graves lesiones, que por fortuna no se produjeron.
El Eduardo Newbery, que había resultado bastante averiado a raíz de la frustrada aventura, fue convenientemente reparado una vez que se lo trasladó a Buenos Aires. Tiempo después, con el mismo globo, Bradley y Zuloaga lograrían concretar el cruce de la cordillera de los Andes.http://www.lavozdelpueblo.com.ar/nota.php?id=13170

En HISTARMAR:http://www.histarmar.com.ar/Puertos/Claromeco/CaidaGloboEdNewbery.htm

viernes, 18 de octubre de 2013

La Historia como tal.


   2013

Julio 
Argentino 
Roca: 

el mejor

presidente

Por :


Carlos E. Viana.


"Paz y administración". (
Lema de la campaña electoral de Roca, en 1880).
 La visión estratégica:
Comenzaba el año 1879 y la altiva República de Chile tenía dos proyectos para su expansión territorial: uno, ocupar la desierta Patagonia argentina; el otro, avanzar sobre los territorios del Pacífico que tenían Bolivia y Perú, ricos en guano y salitre. 
Se decidió por avanzar hacia el norte y el 14 de febrero de 1879 tomó el entonces puerto boliviano de Antofagasta, lo que dio origen a la segunda guerra del Pacífico, la cual duró cinco años.
En ese entonces, el gobierno argentino del presidente Nicolás Avellaneda ejercía su poder sólo sobre el 42 por ciento del actual territorio continental de nuestra Patria. 
Fue en esos momentos que elministro de Guerra, general Julio Argentino Roca, con un brillante sentido de la oportunidad estratégica, ya que dejaba a Chile fuera de juego, dado que esta nación no podía abrir un segundo frente, hizo que el presidente propusiera al Congreso nacional la Campaña del Desierto. 
La misma terminaría con la ocupación de los territorios que nos correspondían por nuestra herencia hispánica, que llegaban hasta el cabo de Hornos y hasta el norte del Chaco Argentino.

Aporte:
 
Agrego a lo expuesto que fue Estanislao Zeballos quien diseñó, a pedido de Avellaneda, el plan estratégico de la conquista del desierto en una obra titulada "la Conquista de 15.000 leguas".

Hay que leerlo para darse cuenta que dicha "campaña del desierto" no fue una campaña de exterminio del indio como lo presentan los progres, sino que estaba destinada a marcar la presencia de argentina en la patagonia y erradicar los malones de los indios araucanos (ladrones de hacienda y atacantes de poblaciones) que habían sometido a los tehuelches e impedían la explotación de riquísimas tierras al sur del Río Colorado.

También se predicaba la integración y respeto de las tríbus pacíficas. 
De hecho así se hizo con los famosos "manzaneros"El terror al malón: 
Para vislumbrar la magnitud de la amenaza y el terror en el cual vivían las poblaciones de la llamada frontera, recordemos que, en 1872, un ejército indígena estimado en 6.000 combatientes inicia, bajo el mando del cacique mapuche (chileno) Calfucurá, la llamada "invasión grande" a la provincia de Buenos Aires. 
Atacan los pueblos de General Alvear, Veinticinco de Mayo y Nueve de Julio, resultando muertos alrededor de 300 criollos, secuestradas cientos de cautivas jóvenes y robadas 200.000 cabezas de ganado. 
Este fue sólo el más importante de estos malones.

Ante esta situación, el entonces ministro de Guerra, Adolfo Alsina,firma, en 1875, un tratado de paz con el cacique Juan José Catriel, el cual lo rompe, atacando, junto con el cacique mapuche (chileno) Manuel Namuncurá, las localidades bonaerenses de Tres Arroyos, Tandil, Azul y otros pueblos y granjas, en una incursión incluso más sangrienta que la de 1872, matando cientos de gauchos y secuestrando numerosas cautivas, a las cuales se les cortaba el talón, para impedir que se escaparan de las tolderías, donde eran violadas y esclavizadas. Los mapuches habían invadido nuestro actual territorio austral desde Chile, matando y sometiendo a los tehuelches.

Incorporación de la mayor parte del territorio argentino: 
La Campaña al Desierto fue el mayor acto de soberanía nacional después de la guerra de la independencia. Incorporó al territorio nacional el dominio efectivo de casi el 60 por ciento del mismo y llevó la civilización a esas inhóspitas y violentas regiones. 
Roca repartió tierras entre sus soldados y trató bien a los indígenas que se pacificaron, doblándole la paga al soldado que se casaba con una india.

Prueba de ello es que el beato Ceferino Namuncurá, hijo y nieto de caciques mapuches violentos, como Namuncurá y Calfucurá, se incorporó a la civilización. 
Su padre, el cacique Manuel Namuncurá, fue designado coronel del Ejército argentino, como otros caciques indígenas.

La educación: 
Roca, ya presidente de la República, con el asesoramiento de Sarmiento, promulgó la célebre ley 1.420 de enseñanza laica, gratuita y obligatoria, una de las grandes medidas populares en la Argentina, que impulsó la alfabetización de todos los niños sin distinción. La ley de Servicio Militar Obligatorio, promulgada en su segunda presidencia, que establecía la alfabetización obligatoria de todos los soldados, hizo, junto con la 1.420, que la Argentina llegara a ser la nación más alfabetizada de América. Fue el mayor esfuerzo hecho para la educación popular en toda la historia argentina.

"Gobernar es poblar": 
A partir de 1880, cuando inicia su primera presidencia, se incentiva masivamente la inmigración europea. 
Muchos vinieron a trabajar en una cosecha y se volvían con lo ganado a Europa para sostener a sus familias, lo cual rompe el mito de la explotación. El hizo cumplir la ley de Inmigración dictada en 1876 por Avellaneda, otorgando a las personas que ingresaran al país concesiones para traer del extranjero elementos de trabajo, sin pagar impuestos, residencia sin costo en el hotel de inmigrantes y traslado gratuito hasta el sitio que fijaran para residir.

Agro, ferrocarriles, frigoríficos y puertos: 
Los ferrocarriles adquieren su gran desarrollo, en parte durante sus dos presidencias, integrando el territorio nacional y favoreciendo la producción agropecuaria que hizo de la Argentina el granero del mundo, creándose miles de puestos de trabajo. El crecimiento económico de la Nación jamás alcanzó la velocidad y expansión que tuvo, en parte, durante su segundo gobierno.

Comunicaciones:
 
En sus presidencias, el desarrollo de la telegrafía argentina llegó a 50.000 kilómetros, terminándose en 1905 el enlace telegráfico que unía Cabo Vírgenes, en el estrecho de Magallanes, con la red nacional.

Profesionalización de las FF. AA: 
Profesionalizó y despolitizó al Ejército y a la Armada, que estuvieron sujetos al poder civil, salvo minorías que participaron en los intentos de golpe de Estado de 1890 y 1893, que él hizo fracasar, salvando la continuidad de la Constitución nacional. 
Todas sus participaciones en los conflictos internos fueron en defensa de la Constitución nacional.
Régimen electoral:
 
En el plano electoral, en 1904, mediante su ministro del Interior, Joaquín V. González, promulgó la ley de elección por circunscripción uninominal, que permitió la entrada al Congreso nacional del doctor Alfredo Palacios, el primer diputado socialista de América.

Diplomacia, FF. AA. y soberanía: 
Con Chile, sentó, en los tratados de 1882 y 1902, la soberanía argentina, en una diplomacia apoyada por el derecho internacional y el poderío que Roca les había dado a la Armada y al Ejército argentinos. En 1902, con motivo del bloqueo naval que Gran Bretaña, Alemania e Italia impusieron a Venezuela, para cobrar las deudas que tenía con ellas, el ministro de Relaciones Exteriores de Roca, Luis María Drago, estableció la doctrina que lleva su nombre, mediante la cual las deudas de naciones americanas no se pueden cobrar por la fuerza bélica.

Una vida entregada a la Patria:
 
Hijo de un coronel de la guerra de la independencia que actuó junto a San Martín, Roca, como subteniente de artillería, se negó a rendir su batería a los porteños en la batalla de Pavón, siendo el último en retirarse. 
Combatió en la Guerra del Paraguay, donde perdió a dos de sus hermanos y a su padre; derrotó al golpista López Jordán, que mató a Urquiza, y venció a los mitristas cuando estos intentaron dar un golpe de Estado contra la elección de Avellaneda.

Coraje político y sabiduría
Nunca temió a la inteligencia y a la capacidad. 
Siempre se rodeó de una aristocracia de la inteligencia, como Carlos Pellegrini, Bernardo de Irigoyen, Joaquín V. González, Luis María Drago, Emilio Civit, Luis María Campos, Rosendo Fraga, Pablo Ricchieri e intelectuales sobresalientes, como Paul Groussac, Miguel Cané, Eduardo Wilde y Luis Sáenz Peña.
Los que quieren remover su imagen:
Lo hacen más por prejuicios políticos, ya que él tenía una orientación conservadora-liberal-progresista, que creía en la evolución, no en la cruel violencia revolucionaria; en cambio, ellos deambulan entre el sometimiento a regímenes autoritarios y su admiración por Estados totalitarios. Es probable que esta sea una maniobra distractiva para la opinión pública, pero están ensuciando el honor nacional. Debemos contestarles.

Deberían tomar conciencia, los círculos del gobierno que atacan la figura de Roca, que, si no hubiera sido por él, Río Gallegos y el Calafate no existirían o pertenecerían a otro Estado; que gracias, en parte importante, a él saben leer y escribir y que nacieron en nuestro territorio por la promoción que él hizo de la inmigración.
 
Dentro de la corriente política y cultural que organizó la República, le dio fisonomía propia e impulsó su progreso, transformando un desierto en la Nación más civilizada de América. Por ello sobresalió Julio Argentino Roca, el mejor presidente que tuvo la República Argentina.
Carlos E. Viana :
es autor del libro El escenario político sobreiluminado, miembro del Centro de Estudios Políticos de la UMSA y profesor de teoría política en la UAI.

lunes, 15 de abril de 2013
























          2013



Luis Cenobio Candelaria.
Teniente Ingeniero Militar.
El mismo cielo, otras alas,
Ángeles de la misma escuela,
En los Andes . . .  o en Malvinas.
Nota del Ingeniero:
Aristides Dominguez. 
El día 13 de abril de se cumplieron 95 años del primer cruce de los Andes por un aparato más pesado que el aire, por el Ingeniero Militar LUIS CENOBIO CANDELARIA, que con un monoplano Morane Saulnier Parasol con motor de 80 HP partiendo de Zapala Neuquen llegó a Cunco en Chile. 
Este es un recuerdo de ese 13 de abril de 1918 .
El teniente Luis Cenobio Candelaria había nacido en Buenos Aires el 29 de octubre de 1892. Egresado en 1916 del cuarto curso de la escuela Militar de Aviación, aspira como muchos otros pioneros de la época a realizar el cruce de la Cordillera de Los Andes en aeroplano, para lo cual efectúa detenidos y profundos estudios en la zona del Neuquén y proyectó el Raid con cuidadosa precisión.El 2 de abril de 1918 traslada su avión Morane desde el Palomar a Cañuelas y desde allí es cargado en un tren con destino a la ciudad neuquina de Zapala. Cuatro días después, la máquina es armada y alistada para el vuelo. Se llevan a cabo dos tentativas los días 8 y 10, que reportaron valiosas experiencias. Finalmente, el 18 de abril de 1918, Candelaria cumplió la travesía que constituyó una hazaña memorable. Por primera vez se había cumplido un vuelo sobre los Andes uniendo a Argentina con Chile.

Hubo una profunda fe en Candelaria y sus colaboradores para concretar la empresa. La velocidad máxima del Morane Saulnier llegaba a los 140 kilómetros y su autonomía de vuelo alcanzaba sólo a tres horas y media. El avión estaba constituido de madera y revestido con tela de lino. Su instrumental se redujo a los niveles de combustible y aceite, mientras que los datos meteorológicos fueron nada más que la observación del cielo claro y vientos calmos. El destino fue el desconocimiento total de la zona chilena, naturalmente sin aeródromo.
En 1955, se traslada a Tucumán donde reside hasta el final de sus días. Fallece el 25 de diciembre de 1963 a la edad de 71 años.
Siendo ya su fin y en presencia de su esposa Francisca Ángela Rampone, dicta a su hija Ana Luisa las instrucciones a seguir después de su muerte y una de ellas expresaba su deseo de ser sepultada en Zapala. Pide, además, que se construyera en el cementerio de esa localidad neuquina una simple tumba de mármol blanco, con una cruz blanca y sin adornos, con una sola inscripción “13 de abril de 1918”. Estos deseos fueron cumplidos, años después, cuando sus restos fueron trasladados desde Tucumán a Zapala, los pobladores lo consideraron como un hijo dilecto.

El Aeropuerto Internacional de San Carlos de Bariloche, en la provincia argentina de Río Negro, lleva en su honor el nombre de "Teniente Luis C. Candelaria".